viernes, 7 de septiembre de 2012

Qué ofreces qué esperas del amor


Qué ofreces qué esperas del amor
Antes de mantener una relación sentimental, procura conocerte a ti mismo y aclarar lo que ofreces y esperas de una pareja.

A conciencia
Pensar y hacer un examen de conciencia sobre uno mismo es muy complejo. Es más, muchas personas necesitan del apoyo de un especialista o una persona de mucha confianza para poder analizarse, con el fin de conocer sus habilidades y defectos, explica la psicóloga Judith Estrada.

Conocerte a ti mismo te ayudará en todas las áreas de tu vida, porque podrás reconocer aquellas actitudes que pueden ser nocivas para tu felicidad, especialmente en el plano sentimental, agrega la psicóloga Maya de Rossell.

“Siempre me va mal en el amor”. Esta afirmación la dicen muchas personas, pero pocas procuran analizar qué factor impide que les vaya bien en sus relaciones sentimentales, resalta la psicóloga Ana Gladys Sánchez.

Reflejo de nuestras actitudes
El que te vaya bien o mal en el amor, muchas veces se debe a cómo eres tú, es decir, tu personalidad, forma de ver la vida y temperamento. Por ejemplo, alguien que es impaciente, tendrá que mejorar su actitud, pues la paciencia es vital en las relaciones de pareja, enfatiza Sánchez. Por ello, analiza qué ofreces y qué esperas. He aquí unas ideas que pueden ayudarte a reflexionar.

¿Qué ofreces?
Tiempo y espacio: ¿Estás dispuesto a brindarlos para mantener una relación sentimental? Darle su lugar y dedicarse a la pareja es primordial. Esto, claro, no significa que se pierda la propia independencia y libertad.

Respeto, flexibilidad y tolerancia:
¡Eres de las personas que creen que sus opiniones son las únicas correctas? ¿Respetas la opinión ajena? ¿Te irrita que alguien más tenga la razón? El respeto, la flexibilidad y la tolerancia son imprescindibles; por ello, debes tenerlos como tus tres virtudes principales respecto a una pareja, de lo contrario, tendrás serios problemas para que tu relación sea estable.

Equilibrio emocional: ¿Te controlas? ¿Sabes manejar los problemas con paciencia? ¿Estás consiente de cuáles son tus defectos y trabajas en ellos? ¿Tienes buena autoestima? ¿Reconoces tus errores? Sin un buen manejo de tus emociones, estarás vulnerable a una relación conflictiva. Muchos de los problemas de compatibilidad pueden estar en ti. Por ello, ten en cuenta que no puedes cambiar a las personas, pero sí puedes cambiar tú mismo. Entonces, procura tener un equilibrio emocional, controlando de mejor manera tus emociones.

Estabilidad económica: ¿Cómo están tus finanzas? ¿Tienes muchas deudas? ¿Te resulta muy difícil compartir tu dinero? La estabilidad económica no significa que debas tener mucho dinero, más bien, que tengas el suficiente para tus gastos personales y necesidades. También, que busques endeudarte menos y ahorrar más. En sí, la estabilidad económica te ayudará a compartir con tu pareja los gastos de recreación, como ir al cine, salir  comer o divertirse.

Salud: ¿Comes saludablemente? ¿Haces los tres tiempos de comida? ¿Acudes al médico cuando te sientes mal? ¡Te realizas chequeos para prevenir posibles enfermedades? Si no te cuidas a ti mismo, no tendrás la capacidad de cuidar de alguien más.

Lo importante de analizar qué ofreces a otra persona, es ver el panorama de lo que te ofreces a ti mismo, de cómo te cuidas y qué concepto tienes de ti, enfatiza De Rossell.

¿Qué esperas?
Otro punto importante es: ¿Qué esperas de una relación sentimental? Buscas sólo compañía o compartir tu vida y felicidad con otra persona, señala Sánchez. Así pues, reflexiona en los siguientes puntos, también básicos en una relación:

Amor: una persona que se ame a sí misma y sepa amar.
Compañía y amistad: alguien que esté dispuesto/a brindarte tiempo y amistad sincera.
Ternura: que pueda expresar sus sentimientos.
Proyectos: una persona estable, con metas y objetivos.
Diversión: que sepa divertirse y buscar el lado bueno de la vida.
Madurez: alguien estable, que sepa manejar sus emociones y problemas.
Intimidad: que comparta tus ideas, costumbres y valores respecto a la vida íntima.

Decisiones más acertadas
Tener las cosas claras sobre lo que se esperas de una relación no significa que debes renunciar a lo inesperado o a alguien que no llene todas tus expectativas. Tan sólo es un esquema o mapa que te llevará a tomar decisiones más acertadas. Por último, recuerda que no hay parejas perfectas, sólo idóneas. Busca e involúcrate con alguien que se acople más a ti, concluye Estrada.

Cápsulalibre
En el amor, no te conformes con cualquier persona, aunque sólo desees compañía. Así pues, plantea tus exigencias y elabora una lista de las cualidades que buscas en una persona, teniendo en cuenta que esas cualidades primero deben estar en ti.
Fuente: Usted puede sanar su vida, de Loise L. Hay, editorial Urano.

Fuentes:
Mayra Girón de Rossell, psicóloga, mayra.giron@gmail.com; Judith Estrada, psicóloga, Judith.gmail@gmail.com y Ana Gladys Sánchez, psicóloga, gsanchez@url.edu.com.gt.

Artículo escritpo por Juan Antonio Morales y publicado en la sección perspectivalibre de la revista semanal Vía Libre, del periódico Prensa Libre de Guatemala, el día 27 de noviembre de 2009.

martes, 4 de septiembre de 2012

Viví sin apegos


Viví sin apegos

“Ya no estamos juntos, ¿qué voy a hacer? Jamás voy a encontrar a alguien que me quiera de esa manera y que sea tan especial”. ¿Te sentís así cuando terminás una relación? Pues es normal el dolor y el sufrimiento cuando algo se termina pero, ¡ojo! De vos depende cerrar esa puerta y continuar tu camino.

Lo que pasa es que todos nos acostumbramos a la persona que queremos, nos hacemos afines a su manera de ser, nos acoplamos a ella con sus defectos y virtudes. Toda nuestra mente, tiempo y atención están pendientes de ese ser que creemos único. A veces, el cariño es tan fuerte que pensamos que “somos el uno para el otro” y cuando nos damos cuenta de que no es así, la tristeza, la depresión y hasta los pensamientos autodestructivos pueden afectarnos.

No te engañés, realmente no hay nadie tan especial que te impida vivir tu vida. Lo que sucede es que el cariño o amor que sentías hizo que te apegaras a esa persona, pero ¿qué son los apegos?

“Son afectos duraderos, intensos. La dificultad viene cuando el apego hacia el objeto o la persona obstaculiza tu propio desarrollo y piensas que o puedes vivir sin él”, explica Carmen Lucía Cordón, psicóloga clínica. Podemos creer que el apego es algo natural, sin embargo es algo que crea nuestra mente, se alimenta del miedo y es el culpable de la mayoría de nuestro dolor y sufrimiento. Cuando nuestra felicidad depende de otras persona u objetos y luego desaparecen, un vacío interior nos penetra y nos sentimos perdidos… por eso, es importante evitar depender emocionalmente de alguien.

Por mucho que amemos a una persona, su bienestar no nos pertenece, así como tampoco el nuestro es responsabilidad de nadie más. Estar bien es una decisión personal y asumir que somos nosotros los que nos debemos hacer cargo de nuestra felicidad es la mejor manera de construir la independencia emocional. Como dice el dicho, ¡ser feliz depende de vos!

Tipos de apego
Existen por lo menos de tres tipos:

Afectivo: es la dependencia a relaciones afectivas y a personas.

Material: cuando se cree que el bienestar depende de la capacidad de tener y obtener, se piensa que somos lo que tenemos.

Ideológico: se busca el bienestar por medio de creencias y fanatismos falsos.

Consejos para vivir sin apegos:

-Construí una vida propia, rica de actividades y gratificaciones.

-Crecé en distintas direcciones: social, profesional y emocionalmente, de manera que el bienestar esté repartido en distintas áreas y roles.

-Sabelo, las historias de príncipes y princesas no existen.

-Como el mundo no es perfecto, tampoco lo son las relaciones.

-El amor y los vínculos efectivos se pueden construir de distintas maneras con diferentes personas.

-Tu bienestar es primero, antes que el de los demás.

Fuentes: psicóloga clínica Carmen Lucía Cordón, y Te amo… pero soy feliz sin ti de Jaime Jaramillo.

Artículo escrito por Magdalena Medina, y publicado por revista Aula del periódico Prensa Libre de Guatemala, en la sección Equilibrio, el día 4 de septiembre de 2012.

Tranquilos, es fin de semana


Tranquilos, es fin de semana

El lunes no es menos triste que demás días de la semana. Al menos, comparte el dudoso honor con los tres que le siguen.

Tales conclusiones se desprenden de una encuesta telefónica hecha a 340 mil estadounidenses en el 2008 por la firma Gallup, analizados por científicos que publicaron datos en la edición de julio de The Journal of Posigive Psichology.

En vez de un día malo en la semana, hay cuatro, reconoce uno de los autores del informe, Arthur Stone. Él y sus colegas se sorprendieron cuando los resultados revelaron que la mayoría de entrevistados mostraron malhumor y tristeza de lunes a jueves, con un repunte anímico los viernes.

De lunes a jueves los días son odiados por igual, por lo que se deduce que a la gente no le gusta trabajar, dice Stone.

El martes es, sin dudas, el peor día, según investigadores de The London School of Economics, que observaron durante meses los cambios de humor y ánimo de 22 mil personas mediante una aplicación de Iphone llamana Mappines. Ello porque el empleado siente que el fin de semana aún está muy lejos.

El mismo informe señala que los días más productivos son los miércoles y los jueves.

El viernes es el rey de la corona. Una investigación de sociólogos de la Universidad de Cornell, entre 2.4 millones de personas de 84 países, publicada en Science, indica que el sábado sube el ánimo, que empieza a bajar la tarde del domingo, empeora el lunes y llega a su peor nivel el martes.

Los científicos de Cornell estudiaron 509 millones de mensajes de Twitter a lo largo de dos años, a través de los cuales observaron que el ciclo se produce en jornadas laborales y fines de semana y en todos los países, lo que los lleva a concluir que tiene un sustrato biológico y no se debe únicamente al trabajo.

Artículo escrito por Carlos Tárano, y publicado el día 4 de septiembre de 2012 en el suplemento "Efectivo" del periódico Prensa Libre de Guatemala.